Detectar el cáncer en nuestras mascotas depende de estar cerca de ellas

Desconocemos las cifras exactas acerca de la incidencia de tumores en perros y gatos, pero las estimaciones conservadoras sugieren que 1 de cada 4 perros y 1 de cada 3 gatos desarrollará cáncer durante su vida, comparte el médico veterinario Fausto Reyes Delgado.

El especialista comparte que sí se ha incrementado el número de pacientes con cáncer, pero probablemente se debe a mayor detección no a que la enfermedad haya cambiado. “Hoy tenemos cada vez más generaciones de personas preocupadas por la salud de sus mascotas, además a consecuencia de la pandemia muchas personas pasaron más tiempo con ellas y eso favoreció a que hubiera más cuidado y atención”.

En este contexto es que probablemente se ha vuelto más fácil diagnosticar enfermedades como el cáncer de linfoma o de mama, los más comunes en perros, pero aun así, las mascotas siguen llegando en etapas tardías y mueren sin ser atendidos como debería. Es por eso que Reyes Delgado asegura que la única forma de disminuir el problema es la información.

Una célula nace, crece, se multiplica y muere, lo mismo que sucede con nosotros como organismos, el problema con las células con cáncer es que nacen, crecen y se multiplican muchas veces, tanto que de pronto vemos un tumor localizado, a veces benigno, pero a veces tienen características de desprender células y producir lo que conocemos como metástasis.

Explica que hay dos grandes familias de tumores o de cánceres en el organismo, la primera familia viene de glándulas o de sus conductos, conocidos como tumores epiteliales, los tumores benignos terminan con “oma” por ejemplo, el tumor de grasa se llama lipoma y es benigno, o adenoma, (tumor benigno de una glándula). Por otro lado, la versión maligna de estos tiene la terminación “carcinoma”, como el adenocarcinoma de glándulas salivales, hepático, pancreático, etcétera.

Para la otra familia hablamos de tejidos de sostén del cuerpo, como colágena, cartílago, tejido fibroso y hueso, estos son los tumores más agresivos que puede haber, pero tienen su versión benigna como, osteoma, angioma, condroma, fibroma y la versión maligna que sería con terminación angiosarcoma, condrosarcoma u osteosarcoma, estos últimos denominados cánceres.

¿Cómo atender a nuestra mascota frente a esta enfermedad?

Para su atención, de entrada, el especialista sugiere nunca perder el contacto con nuestras mascotas, mucho menos dejarlas abandonadas en azoteas o terrenos. “Como primer punto debe existir una relación con nuestras mascotas y tocarlos”.

Explica que muchas veces la manera de poder detectar un tumor es por pequeños nódulos o masas en su cuerpo, por ejemplo, en las mamas inmediatamente se pueden sentir los nódulos En los humanos constantemente se pide una autoevaluación, pero las mascotas no lo pueden hacer por ello el tutor es el responsable de este. “Si eso lo hacemos de 2 a 4 veces al año, podemos detectar de forma rápida si hay algo anormal y si lo reconocemos el siguiente paso es inmediatamente acudir con el médico veterinario”.

Otros signos son fiebre que va y viene, dolores sin haber tenido un problema, moretones que aparecen y desaparecen, pérdida de peso, todos ellos pueden ser indicios de cáncer, los mismo que en el humano. Como extra, una mascota puede estar rascándose, oliendo o mordiendo la zona que les molesta, pues el cáncer duele a la hora de que las células crecen e invaden tejidos y los van distendiendo, las terminaciones nerviosas lo identifican y provocan el dolor.

Si se determina que hay un tumor existen dos opciones, la primera es una aproximación quirúrgica para determinar la masa principal o recomendar la interconsulta con un oncólogo veterinario para que él decida si se usa quimioterapia y las expectativas. Algo muy importante es entender que si se entra a quimioterapia el principio fundamental es mejorar la calidad de vida de la mascota, pero no se contempla de inicio la curación, aunque sí existen los casos “no podemos crear falsas esperanzas que luego lleven a la frustración”.

La siguiente recomendación es tener una base económica para su mantenimiento normal, más un extra por eventualidades como muestras de laboratorio o de plano una cirugía. El médico agrega que toda mascota debe tener de dos a cuatro visitas al veterinario al año, no solo cuando se enferma, pues eso ayuda a detectar situaciones, atender de forma temprana y saber de los requerimientos del momento, como su alimentación. Dijo que hoy ya existen planes médicos que favorecen la atención, para que sea mucho más sencillo el cuidado de nuestras mascotas.

El médico concluye que no todos podemos tener una mascota, si en una casa viven alrededor de 4 personas y alguno de ellos no está de acuerdo, no se deben tener mascotas porque eso va a crear conflicto y falta de atención para las mascotas. Otro punto importante es visitar previo a adquirir una mascota al veterinario, pues él nos puede orientar sobre qué tipo de mascotas podemos tener, probablemente no sea un perro, pero puede ser un pez, conejo, o tortugas, “esto es muy importante”.

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